El libro de primero de Samuel abarca el periodo de los jueces y los reyes, como en el caso de Saúl como primer rey de Israel. Ese traspaso de una forma de gobierno a otra. Obviamente esta época trajo consigo muchos problemas a Israel, ya que Dios se lo había advertido por medio de Samuel (1 Sam. 8: 6-18). Dios le dijo claramente lo que iba a suceder al pueblo si elegía un rey que gobierne sobre ellos y no Dios.
Los libros 1 y 2 de Samuel en sus principios era un parte de todo, pero en el siglo III aC, se los dividió en dos libros. La fecha que abarca este primer libro es del 1100-1011 aC, (CBA) Años en los cuales hubo muchos cambios y luchas en el pueblo de Israel.
En el periodo donde se relata esta historia de Saúl y la pitonisa de Endor, es un periodo de guerra donde Saúl estaba enemistado con David a quien persiguió por muchos años.
En el ámbito mundial existieron problemas de Israel con los filisteos los cuales constantemente trataron de adueñarse del territorio de Palestina, por esta razón hubo muchas batallas que se libraron es este periodo de la historia. Muchas guerras que trajeron problemas internos en Israel. Extendiéndonos más allá de la tierra de Palestina existían reinos de Norte a Sur, algunos débiles, como Asiria al norte de Palestina, Egipto al Sur, etc. Esto fue lo que favoreció que los reyes de Israel pudieran consolidar sus reinados y así tener un pueblo resistente a las guerras, sin embargo no era la fuerza humana lo que le daba el éxito sino el poder de Dios que los estaba guiando desde el principio.
En el caso de Saúl, él hecho del país a los hechiceros y adivinos, pero algunos quedaron como en el caso de la adivina de Endor.
Los pueblos del mar eran los únicos que presentaban guerra e inestabilidad de la seguridad en la región de Palestina y todo el antiguo Oriente.
Samuel creció en el ambiente de los jueces, el tuvo la oportunidad de servir en el templo y sus servicios, cerca de Eli y sus hijos, estos últimos muy rebeldes. Sin embargo Samuel no eligió seguir los pasos de un Israel idolatra ni de los hijos de Elí, sino que se entrego a Dios de todo corazón y fue un juez justo en el pueblo de Dios.
Samuel ungió a Saúl como rey por mandato de Dios, en sus principios el rey fue fiel a Dios, sin embargo la falta de fe en el poder de Dios marco su decadencia junto con su terca voluntad. Entonces Dios mando a Samuel a ungir a uno que sería fiel al poder y la decisión de Dios, a David.
Muy buena reflexión pastor Soto, un abrazo y continué llevando este mensaje que nos hace comprender mejor las sagradas escrituras.
ResponderEliminar